Según datos del FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), entre 2020 y 2024, el consumo anual de aceites vegetales en países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto aumentó un promedio del 7% anual. Esta tendencia no es casual: cambios demográficos, crecimiento urbano y una mayor conciencia sobre la salud alimentaria están impulsando la demanda de aceites de alta calidad como el aceite de soja.
A diferencia de otros mercados globales donde los consumidores priorizan el sabor o el precio, los compradores de Oriente Medio valoran especialmente la calidad nutricional, la seguridad alimentaria y la trazabilidad. El aceite de soja, con su perfil de ácidos grasos equilibrado y bajo contenido de saturados, se posiciona como una opción preferida por cocineros profesionales y fabricantes de alimentos procesados en la región.
| País | Crecimiento anual (%) | Principales usos |
|---|---|---|
| Arabia Saudí | +8.2% | Fritura industrial, productos de panadería |
| Emiratos Árabes Unidos | +6.9% | Restaurantes gourmet, snacks saludables |
| Egipto | +5.4% | Alimentos infantiles, margarinas |
Para exportadores que buscan destacar en este mercado, entender la diferencia entre extracción mecánica (prensado) y extracción con solventes es clave. Mientras que el método mecánico produce aceite de mayor pureza pero menor rendimiento (aproximadamente 70-75% de recuperación), el uso de hexano permite extraer hasta el 95% del aceite. En Oriente Medio, donde la eficiencia operativa y la consistencia del producto son cruciales, muchas empresas optan por un modelo híbrido que combine ambos métodos para maximizar calidad y rentabilidad.
Además, la integración de tecnologías de purificación avanzada —como la desodorización por vapor— mejora significativamente el perfil de sabor y estabilidad térmica, lo cual es altamente valorado por los chefs locales y fabricantes de alimentos empaquetados.
Cada tonelada de aceite de soja producida genera aproximadamente 0.7 toneladas de torta de soja (soy meal). Este subproducto, rico en proteínas (45–50%), tiene una demanda creciente en la industria avícola y pecuaria de la región. Según estudios del Instituto Internacional de Soja (ISI), el mercado de harina de soja en Oriente Medio podría alcanzar los $2.3 mil millones en 2025, impulsado por la expansión del sector avícola en Arabia Saudí y UAE.
Exportar tanto aceite como coproducto no solo mejora la rentabilidad total del proceso, sino que también fortalece relaciones con clientes industriales locales, creando una base sólida para futuras colaboraciones B2B.
En un entorno donde la confianza se construye con evidencia, presentar certificaciones internacionales (ISO 22000, HACCP, FSSC 22000) junto con reportes de análisis de laboratorio independientes puede marcar la diferencia entre ser uno más en la lista de proveedores o convertirse en socio estratégico.
No esperes a que la competencia llegue primero. Ofrece soluciones completas, desde el aceite hasta el coproducto, y demuestra tu compromiso con la calidad y la sostenibilidad.
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